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  • Cristina Surroca

ALTAS CAPACIDADES Y TERAPIA DE ESQUEMAS

Actualizado: 15 oct 2022




Cuando se hace un estudio de altas capacidades intelectuales, se realiza un test de inteligencia, un test de creatividad y uno de personalidad, para poder hacer el diagnóstico. (Se suele decir diagnóstico, aunque a mí no me gusta, me parece que suena patológico y las altas capacidades no lo son, son una virtud).


Últimamente he optado por pasar el test de esquemas, ya que estoy formada en terapia de esquemas y me es más útil a la hora de poder ayudar a superar los problemas que se crearon en la infancia en parte debido a las altas capacidades intelectuales (AACC). Muchas veces los problemas relacionados con AACC pueden tener que ver con la personalidad, pero la mayoría de veces con el entorno, con la incomprensión por parte de docentes, amistades y familiares. Me he encontrado que muchas veces l@s psicólog@s nos quedamos con el diagnóstico y la ayuda se centra en conductas, sin llegar a la parte emocional.


En terapia de esquemas, se trabaja con 18 esquemas, que reflejan una forma de pensar y sentir que surge en la infancia y que se suele seguir usando en la adultez, pero que resulta ser problemática al mantener y repetirse.


Para explicarlo mejor, detallo a continuación dos ejemplos de esquemas, que se repiten frecuentemente en relación a las AACC.


Uno es el de “aislamiento social”. Al no encajar en el grupo, se suele generar este esquema en el que la persona se siente aislada, piensa que no será aceptada si se muestra como es y cree firmemente que no pertenece al grupo. Esto hará que el/la niño/a se mantenga al margen, evitará socializar y pase mucho tiempo a solas. También podría ser que simule ser otra persona para encajar en el grupo, manteniendo de fondo ese sentimiento de sentirse diferente, alienad@.


Otro esquema que surge con frecuencia es el de “metas inalcanzables”. Suele surgir cuando la detección de AACC se convierte en “obligación”. Es decir, en el momento que se identifican las AACC, el entorno (padres, escuela, amigos, ...) esperan de ti un rendimiento superior al resto y al sentir esta presión, crees que deberías cumplir con esa exigencia para evitar la crítica contigo mism@ y con los demás. En consecuencia, destinas grandes cantidades de tiempo y esfuerzo a ser perfect@, o pospones tareas en las que tu ejecución se juzgará o valorará. También podría ser que sobre-compensas y realizas las tareas sin cuidado o atención alguna obteniendo resultados inferiores de lo que podrías dar.


Este esquema podría equipararse en parte al rasgo de “perfeccionista” en un test de personalidad, pero no explica el origen de este, se asume que forma parte de la persona y que será siempre así. Es cierto que en parte hay una asociación genética, pero sabemos que no todo son los genes, el ambiente y el entorno también influyen.


El poder entender esto, ayuda mucho a la hora de afrontar el problema. Mediante la terapia de esquemas en primer lugar se hace un análisis de las creencias que mantienen el esquema, para conectarlas emocionalmente y finalmente tener la opción de cambiar las conductas. Al tener en cuenta estos tres aspectos, conseguimos un cambio duradero en el tiempo, donde suele haber una evolución, un crecimiento personal.

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