Xavier Aparicio y yo acabamos de publicar un libro sobre autoestima. En él encontrarás mucha información sobre cómo surgió el concepto de autoestima, como se relaciona con las diversas escuelas psicológicas y qué ámbitos de nuestra vida influyen en ella. En la segunda mitad del libro explicamos casos prácticos y damos muchas herramientas que se pueden utilizar para mejorar nuestra autoestima, tanto en terapia como a nivel individual.
Mi reflexión personal es que es una bonita casualidad que haya co-escrito un libro sobre este tema, pues yo misma toda la vida he tenido una autoestima más bien baja y sí, me ha comportado algún que otro problema o desventaja en algunas situaciones vitales. Aun así, y debido a mi profesión, finalmente estoy contenta de haberme tenido que trabajar esta autoestima porque puedo ayudar a otras personas desde la propia experiencia y parte de esto está en el libro que acabamos de publicar.
Aquí comparto lo que en terapia siempre explico son las cuatro patas en las que se sustenta una buena autoestima:
Saber gestionar los pensamientos negativos (con lo que mejoraremos nuestro autodiálogo y la percepción que tenemos de nosotr@s)
La asertividad (saber expresar y defender tus sentimientos y opiniones de forma tranquila)
El autocuidado (si nos cuidamos, a nivel salud, comida, deporte, salud mental, .. nos estamos demostrando que podemos mejorar nuestra autoestima)
La tolerancia a la frustración (hay que saber fallar, equivocarse, y tener la constancia de repetir, insistir, mejorar para lograr nuestros objetivos y no rendirse al primer intento)
Cada uno de estos apartados parece “fácil”, pero en realidad para poder desarrollarlos hay que aprender a saber observarnos, entender qué hacemos mal, o qué no hacemos para mejorar practicando y fortaleciendo nuestra autoestima.
El efecto positivo de la autoestima se ve reflejado en un bienestar emocional, ya que estaremos más tranquil@s ante cualquier eventualidad. También en las relaciones personales, nos será más fácil relacionarnos por mostrarnos más confiables y abiertos a interactuar con otras personas.
Finalmente, una buena autoestima nos ayudará a conseguir nuestras metas, mantener una buena salud mental y física y ser resiliente ante las dificultades que nos propone la vida, ya que sabremos afrontarlas con más confianza y seguridad.
Todo esto bien justifica la publicación de un libro que explica cómo la autoestima está directamente relacionada con la salud mental y lo necesario que es entenderla para mejorarla.
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